-Melinda.
Melinda no estaba en condiciones de ir a la reunión de trabajo que su jefe había programado para hoy. No. No en ese momento. Después de la llamada de Alex se había encerrado en su despacho y llevaba una hora y media allí. Sentada en una silla delante de su minúsculo escritorio, del que siempre se quejaba. Sola. Mirando un punto indefinido. Y en una de las numerosas miradas a su móvil se dio cuenta de que ya era la hora. Siempre había soñado con ese momento. Presentaría su proyecto. Su gran proyecto. por fin. Y en cambio ahora lo único que deseaba era tumbarse bajo las sábanas de su dormitorio y no salir nunca. Alex. Alex la había dejado por por...una ignorante colegiala. Ocho años casados. Ocho. Y ahora...el momento de firmar el divorcio. Que absurda era la vida para Melinda. Todo había acabado para ella. Pero en el último momento se acordó de su padre. y de lo que siempre decía. ``Carpe Diem mi niña. Aprovecha el día´´Y ella se pregunto que porque perder su gran oportunidad por Alex. Por un hombre. Seguiría adelante. Lo haría.
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